SEGURIDAD VIAL
La siniestralidad en carretera se ha convertido en un problema de salud debido a la secuela de personas con heridas de diversos grados y consecuencias que los accidentes dejan, ello sin mencionar la cantidad de muertes que ocasionan.
Son muchos los factores que intervienen en este problema, por ello lo entendemos como un problema de origen multicausal y en consecuencia de solución multifactorial, por ello debemos entender la Seguridad Vial en una visión amplia donde múltiples elementos han de confluir a coadyuvar en su minimización.
Del lado de las causas están el exceso de velocidad, la distracción, la desatención a las señales, la ausencia de señales, el estado de la vía, el estado mecánico del vehículo, el cansancio, la falta de pericia del conductor, el uso de celular, el consumo nocivo de alcohol y muchos otros.
Incluso en un mismo accidente pueden concurrir varias de estas causas simultáneamente, imposibilitando muchas veces poder identificar con certeza la causa de última instancia.
A esto hemos de añadir el incremento del uso de vehículos automotores, especialmente motos en los países de bajos y medios ingresos, como en el caso de Nicaragua, las que además al ser indebidamente utilizadas como vehículo de transporte multipersonal y muchas veces de manera riesgosa para evadir el tráfico o bien por personas sin la suficiente pericia, han contribuido al incremento en el número de accidentes; cabe también mencionar las bicicletas en este proceso.
La solución pasa sin duda por la colaboración de muchos factores, el primero de ellos es sin dudad la solución de algunas de las causales señaladas, lo que suele estar en manos del estado, la aplicación estricta de la ley es sin duda la más poderosa disuasión, a pesar de sus limitaciones, en Nicaragua, a diferencia de los países de la región en general ha de destacarse que si existe una constante presencia policial, y una incesante aplicación de sanciones a la violación de las normas lo que sin duda contribuye al incremento de la Seguridad Vial.
Pero no basta con ello, el otro elemento clave es la prevención y la educación, siendo justamente en este sentido que INPROCRES ha venido trabajando conjuntamente con la Policía Nacional de Tránsito en su incesante proceso de prevención. En este sentido todos los aspirantes a permiso de conducción así como aquellos infractores recurrentes a quienes se les retira la licencia, han de asistir a un curso de información y sensibilización ya no solo sobre las normas de circulación, sino también sobre el tema del alcohol y como su consumo nocivo puede impactar en la correcta conducción.
Desde luego para INPROCRES, la mejor solución es no beber cuando se va a manejar y es lo que recomendamos finalmente a los participantes en nuestras charlas, pero no desde la prohibición, en la que no creemos, sino desde la información para el convencimiento personal de la importancia de actuar tal como recomendamos.
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